Aquí, con mi compadre Ángel, de ayudante haciendo el arroz campero.
Rehogando la carne, de conejo en la sartén.
Mi compadre Ángel, y Manolo, gestor del coto y uno de los propietarios del coto, en su cortijo
El arroz, en su punto para comer, rico rico, rico
Aquí, los comensales, Por la Izq Miguel, Alberto, Manolo, el que suscribe, Y Ángel, mi compadre. Miguel, muy joven pero muy experto en la caza, lo lleva en los genes, de varias generaciones, gran aficionado al reclamo, y a las monterías. Alberto, otro joven cazador muy aficionado al conejo con podencos, y al reclamo, también lo lleva en los genes, de varias generaciones, estos dos son, la savia nueva que ha entrado en el coto pio este año, Manolo un amante a la caza del conejo con podenco, andaluz de talla chica, y gran aficionado al reclamo, y un buen gestor del coto, se nota desde que el lleva las riendas en el coto pio, a mi ya me conocéis, mi compadre Ángel, se me parte el alma al hablar de el, era y es mi amigo, mi compañero, de cacerías, de trabajo, de juergas, no dábamos un paso el uno sin el otro, y por su problema ocular, lo ha tenido que dejar todo, hasta el trabajo, hoy me ha dado una gran alegría, después de varios años, he conseguido que venga con migo al campo, espero que a partir de ahora en adelante me acompañe, todas las veces que quiera y pueda. Los cambios que pega la vida de un día para otro.
Hoy he sido, el tío mas feliz de la sierra, no he sacado la escopeta ni de la funda, pero ha estado mi compadre ÁNGEL, todo el día junto a mi, como lo hacíamos pocos años atrás.
Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.
Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.
El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.
Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.
El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.
3 comentarios:
Que bien lo habeis pasado, tu al tener a tu compadre contigo, los demás por juntaros por la afición, y, como no por ese arróz de conejo que cuando se hace en el campo, parece que tiene un sabor especial.Me alegro mucho y un abrazo de los nuestros.
Me alegro mucho amigo Baldomero que hayas pasado un buen dia con tu compadre esos ratos son los que valen!!por cierto queda pendiente una arroz minimo de bueno como el que has echo hoy jejeje un abrazo campeon
La verdad es que si que pasamos un buen rato con muy buena compañía, el día de caza no estuvo de lo más apetecible debido al fuerte viento, pero la tertulia en el cortijo fue fenomenal, esperemos se repita a menudo.(Por cierto, el arroz inmejorable Baldomero)
Un saludo!
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