Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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29 de abril de 2010

Tomates y Aceite de Mis Amigos


Si es que no hay nada mejor en el mundo, que tener buenos amigos. El aceite regalo de mi amigo Luis Egea, y los Tomates Raf y Durinta regalo de mi amigo Francisco del Águila. Dice el refrán. El que regala bien sabe vender, si al que se lo dan lo sabe entender.

2 comentarios:

eva dijo...

uouo! eso es para mí no?? ;)

CUQUILLERA dijo...

uuuunnnnnhhhhh!!!!! Sólo te falta amigo mío, un buen pan de pueblo, hecho con leña de jara y en horno antiguo. Si no hay sal, no pasa nada. Debes ser muy buen amigo. Y el dicho es perfecto, dice una verdad como el Taj Mahal, grande, cierta y valiosa. Un abrazo.