Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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5 de junio de 2014

PUESTOS EN LOS QUE HE ESTADO ESTE AÑO PASADO

 
 
 
 
 
 
 
Y como no podía faltar un buen bocata, y la bota para echar un traguillo. 

3 comentarios:

©ALECTORIX dijo...

Una entrada digna de admiración, usted ha sabido plasmar los sentimientos de quien se precie cazador de perdices con reclamo, por lo cual le felicito.
Un saludo.
J.L.R.G.

Mi pollo dijo...

Gracias Alectorix. En mi coto se ha cazado toda la vida y se seguirá cazando así, como creo que se debe cazar el Reclamo.

José Antº Romero Lluch dijo...

Compañero Baldomero.

Ahí no hay la facilidad del portátil. la vieja usanza es la que predomina. Pocos como tú saben de qué va eso.

Saludos y buena muda.