Un año más, el mes de mayo trae consigo la celebración de la Feria del Caballo, en honor al patrón de Almería, San Indalecio, y que este 2011 cumple su séptima edición. Y, con la muestra, llega también su principal novedad: el traslado de las instalaciones al nuevo recinto ferial ubicado junto al río Andarax. Un espacio con una mayores comodidades al ser también mayor el espacio disponible para la celebración.
Varias carpas acogen los diferentes ambientes de la feria, desde las cuadras donde descansan los animales hasta el escenario que acoge las competiciones programadas. Hasta cuatro distintas se celebrarán este año, según explicó ayer el representante de la Asociación Almeriense de Criadores de Caballos de Pura Raza Española 'Portocarrero' que organiza, junto al Ayuntamiento de Almería, la iniciativa.
Desde ayer y hasta el próximo domingo, los almerienses y visitantes que así lo deseen podrán acercarse hasta el lugar para presenciar las distintas razas que concursan en la muestra y, al mismo tiempo, degustar los mejores caldos y las muestras gastronómicas de la provincia.
En las pasadas ediciones, miles de personas pasaron por sus instalaciones, tanto para disfrutar de los espectáculos presentados y su entorno, como para participar en el concurso morfológico y de doma.
Este año no será menos. Al menos así lo expresó ayer el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, durante el recorrido inaugural que realizó por las instalaciones junto a los organizadores y gran parte de concejales y aspirantes a formar parte de la vida pública en la próxima Corporación.
Los interesados pueden acercarse hasta el recinto ferial en un amplio horario que comprende desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche. El precio de entrada a las instalaciones es de siete euros.
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