Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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26 de septiembre de 2009

Mi norte y chica mineros

Que mal le sienta a mi norte cuando, algún conejillo se le encierra, el trata siempre de sacarlo, que lastima que la mejor, faena de esta media veda no la grave, y eso que llevaba la cámara en el bolsillo. Echaron un conejo y se encerró en una pedriza con mas años que el mea, llego chica y lo latió, llego norte y lo latió, y llego mi amigo Luis y dijo este no se queda aquí. Empezó a quitar piedras de un lado y otro, y dejando a los perros de vez en cuando, que lo latieran para saber la dirección, y al cavo de quitar unas cuantas piedras lo saco con la mano, y yo con la cámara en el bolsillo. Que os parece,

1 comentario:

indalecio_nano dijo...

Que huevos tiene el norte baldo,y que pena que los años pasen ya que se le va notando pero que perro con dos pantalones, es un señor perro!!!