Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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11 de enero de 2013

VERLO PARA CREERLO

El otro día cuando venia de la sierra, me cruce con un pastor y su ganado,  cabras como podéis ver,
Lo que me llamo la atención,  no fue la cantidad de cabras, si no el perro que utiliza para el ganado,
 Si  os fijáis, el perro es algo extraño, esta en la izquierda de la imagen,  es un jabalí,  ver para creer.
Me llamo tanto la atención, que di la vuelta y hable con el pastor y le dije maestro y esto,  pues que se lo encontró muy pequeño en el campo, y como el hambre hace milagros y la leche de las cabras esta muy buen y en abundancia,  enseguida se incorporo al equipo, y hace las mismas labores o mejor que cualquier perro.  a mi me gusto y por eso os hago participes, que creo que esto no se ve todos los días.

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