Este es uno de los mejores momentos de la cacería, el llegar al cortijo y encontrarte la mesa lista para comer. Mientras algunos cazadores disfrutaban con sus perros de buenos lances en el monte, otros cazadores preparaban el arroz, para tenerlo listo para comer a hora fijada, hoy le toca a uno mañana le tocara a otro.
Es el mejor momento, cada uno cuenta su anécdota, lo que le paso con el conejo, que se le fue, que si le estorbo la mata que si la encina, que la liebre me salio para atrás, no le pude tirar por que el perro me la tapaba, etc etc, y entre cuchara y cucharada de arroz, trago de vino a la bota, cerveza con y sin, hemos pasado un ratico de p..... madre.
Desde aquí quiero darle las gracias, a mis amigos. Francisco y Juan del Águila, por invitarme a cazar a su coto, y hacerme pasar un día de los que siempre recordare como un buen día de caza.
Muchas gracias a los dos Juan y Paco
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