Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

Páginas

24 de mayo de 2011

HIJOS DE MI RECLAMOS

Estos cuatro pollitos, son hijos de mi cabezón, son los 1º huevos que puso la hembra, que los metí en la incubadora, y 8 mas que metí mas tarde, cuando fui a quitarle los últimos, fue cuando vi que estaba echado, ya ni les he tocado, a ver si los saca.
Esta, es otra hornada de mi amigo Francisco, entre ellos un blanco, a ver cuantos llegan a la jaula, que llegando a la jaula ya nos damos por satisfechos,

No hay comentarios: