Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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24 de octubre de 2011

QUE BUENOS RATICOS CON EL MAESTRO jUAN EL REY

Aquí con el maestro Juan y el suscribe
Aquí, de nuevo el maestro Juan, y el maestro Francisco, gran criador de tomates y verduras en general,

Aquí, de nuevo el maestro juan, deleitándonos con sus cantes,

2 comentarios:

José Antº Romero Lluch dijo...

Compañero, una vez más tengo que decirte: ¡qué te gusta una cocina!

Un saludo.

Mi pollo dijo...

Amigo, José Antonio, cuando trabajaba, y llegaba la hora del bocadillo, solíamos decir, es la mejor hora del día, pues en la caza sigo diciendo lo mismo, cuando llegamos al cortijo, encendemos la chimenea, y se prepara algo para comer y beber, creo que es la mejor hora, para disfrutar de la cacería, ya sabes los lances y esas cosas que se cuentan en esos momentos. Un abrazo y a disfrutar ahora que aun podemos.