Que me gusta una escopeta y un perro con buenos vientos, y una vezana de trigo y una sombra para yo verlo. Y que se arranque una liebre como el viento ligera, y que la corra mi perro, y que la alcance a mi vera. Y me gusta disfrutar de mi escopeta y mi perro, y de una copa de vino, y de los hombres cabales que al campo vienen conmigo.

Mi perro bebe en mi mano si vamos de cacería, y espera que se la de de la cantimplora mía. Y no teme a los barrancos ni a los caminos cortaos, porque mi perro confía que su amo está a su lado. Cuando mi perro me ve con la escopeta encará, se queda fijo mirando para ver dónde voy a tirar. Y si ve que no disparo, me avisa con un gemido para que la próxima vez, no me coja distraío.

El mejor trago de vino yo me lo tomo sentado, esperando que mi perro me traiga lo que he cazado. Un pajarillo perdiz, que lo alicorté de un tiro en lo alto de un collado y se escondió entre los trigos.

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24 de enero de 2011

LAS TAPAS PARA LA BOTA

Y esto de aperitivo, por si llega algún colega, que no falte un trago y una tapilla algo ligera, este mes el colesterol, cabalgara a sus anchas, esto es como el tabaco, antes te mataba el humo, ahora te matara, el humo mas el resfriado que pillaras por fumarte el cigarro en la calle, si es que todo lo bueno esta prohibido, si lo que mas mata es el trabajo, que te pegas mas de media vida dando el callo puro y duro, y ahora quieren que se trabaje hasta los 67 quien entiende a estas gentes, igual se creen que todo el mundo vive como ellos de bien.

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